Colaboración y desarrollo: reduciendo la brecha de habilidades en minería

La industria minera está al borde del mayor déficit de habilidades en su historia.

Las tendencias demográficas indican que una gran cantidad de profesionales mineros calificados se están retirando de la fuerza laboral. Los profesionales mineros con experiencia que dejaron la industria cuando estaba en descenso no pretenden a subirse al carro del próximo auge.

Al mismo tiempo, hay menos egresados de la educación media interesados en continuar una carrera que los preparen para asumir un rol en minería. Muchos de los que sí eligen esta especialidad, descubren, al momento de graduarse, que tienen una amplia gama de opciones y deciden trabajar en otros sectores de alta tecnología. Y aquellos que sí postulan a un cargo en minería, con frecuencia carecen de algunas de las competencias esenciales que buscan los empleadores.

Estos son los desafíos claves identificados en un informe inicial de investigación,Futureproofing education for mining (Educación a prueba para el futuro de la minería), escrito por Nona Sichinava y Dra. Emiliy Goetsch de Swann y publicado por primera vez en el Informe de Liderazgo Global del Mining Journal.

Su investigación se basó en entrevistas y cuestionarios realizados a académicos de los departamentos de minería en universidades del Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia; a sus graduados y a profesionales senior de la industria

Nona y Emily concluyen que, si bien las universidades enfrentan desafíos para entregar a los graduados todas las habilidades necesarias en suficiente cantidad para satisfacer las necesidades de la industria, la responsabilidad es compartida.

Solo un esfuerzo de colaboración entre la industria, los educadores y los encargados del presupuesto pueden resolver esta encrucijada.

Las compañías mineras, por ejemplo, tienen mucho por hacer para que el sector sea más atractivo. Las percepciones negativas de la industria reducen inevitablemente la cantidad de personas que eligen una carrera de minería y también aquéllos que finalmente se gradúan y deciden trabajar en la industria

La industria minera también debe esforzarse por ofrecer patrocinios, oportunidades de experiencia laboral y campañas de reclutamiento que sigan un patrón constante más que un reflejo de la inevitable naturaleza cíclica de su negocio.

Los educadores necesitan reevaluar sus mallas curriculares de acuerdo con las necesidades actuales y futuras de la industria. Para esto, es fundamental que exista una comunicación recíproca entre ambas partes. Las nuevas competencias van más allá de las disciplinas mineras tradicionales, para incluir pensamiento crítico, nuevas tecnologías y la dimensión social de la minería.

Los encargados del presupuesto y quienes dictan las reglas deben proporcionar los recursos que permitan a los educadores rediseñar sus mallas curriculares. Los programas están tan estructurados que dejan poco espacio para hacer cambios, por lo que esto requerirá tiempo, priorización y financiamiento.

La tormenta perfecta de demografía, educación y tendencias sociales que identificaron Nona y Emily deberían ser motivo de preocupación para cualquier líder de la minería.

Pueden descargar sus hallazgos iniciales aquí